En general se indica en pacientes ya operados, en los que persisten elevados los niveles de hormona de crecimiento. A pesar de la efectividad del tratamiento médico en la acromegalia para normalizar la hormona de crecimiento, NO es tan efectiva en achicar el tumor. El tratamiento de elección en la acromegalia es la Cirugía. Cuando se trata de pequeños tumores existen mayores posibilidades de curación (60-80%).
Cuanto más grande sea el tumor menor es la posibilidad de curación luego de la cirugía, y mayor la posibilidad de persistencia tumoral y que continúen elevados los niveles de hormona de crecimiento. Debido a las complicaciones a largo plazo de esta hormona (diabetes, hipertensión arterial, problemas articulares, cambios faciales, transpiración excesiva, riesgo de pólipos y cáncer de colon, enfermedad cardíaca y muerte prematura), es MUY IMPORTANTE reducir los niveles de Hormona de crecimiento. En muchos casos se indica Radioterapia, luego de una cirugía no satisfactoria. Ésta tarda de meses a años (hasta 20 años) para normalizar la hormona de crecimiento, en ese intervalo también es necesario el tratamiento médico. La medicación NO CURA el problema, solo lo controla mientras se la reciba.
Los llamados agonistas de somatostatina: octreotide subcutáneo es efectivo en dosis de 1-3 por día. Actualmente ha sido reemplazo por la formulación de acción prolongada, ya que es efectiva con solo una aplicación mensual (Octreotide LAR).El Lanreotide Autogel es tambien efectivo en 60, 90 o 120 mg.
Estas drogas logran reducir la hormona de crecimiento en el 70% de los pacientes. En la mayoría de ellos hay una mejoría muy importante de todos los síntomas. En la mayoría de los casos puede reducir el tamaño tumoral o bien frenar su crecimiento.
En algunos pacientes pueden utilizarse la combinación con cabergolina
El pegvisomant es un antagonista de la secreción de GH, que se ha incorporado en el arsenal terapéutico de la Acromegalia en los últimos años. Su efectividad es cercana al 97% en dosis que van de 10 a 40 mg /día. No tiene efectos sobre el tumor y por el momento se indica en pacientes que no responden al Octreotide.
En el comienzo del tratamiento los pacientes pueden presentar diarrea, heces blandas y amarillentas, dolor abdominal tipo cólicos. Los efectos adversos usualmente desaparecen solos dentro de las 2-3 semanas de iniciada las inyecciones. El efecto adverso a largo plazo más frecuente es la aparición de arenilla y/o cálculos en la vesícula (18% de los pacientes). Es importante realizar una ecografía de hígado y vesícula antes de iniciar el tratamiento y luego de iniciado cada 6 –12 meses.
Ocasionalmente en pacientes que no pueden operarse por algún motivo, o aquellos con muchos síntomas de la enfermedad con gran riesgo quirúrgico, pueden recibir el tratamiento inicialmente y en forma crónica. Como ya dijimos NO CURA, pero logra controlar la enfermedad y reducir el riesgo a largo plazo por los efectos de la hormona de crecimiento.
Uno de los problemas más importantes de estos tratamientos es su ELEVADO COSTO. Los pacientes con obras sociales o prepagan o sin ella deberían recibirlo con cobertura total, ya que Octreotide se encuentran en el PMO con cobertura 100% para tumores carcinoides y productores de GH.
El pegvisomant no se halla legislado, aunque ya hay en nuestro país pacientes tratados y cubiertos por sus obras sociales y prepagas.
Aproximadamente 40-50% de los pacientes logran una reducción aceptable del tumor. Por ello es que la Cirugía es aún la primera indicación en la mayoría de los pacientes.
La hormona de crecimiento actúa en el cuerpo a través de otra hormona de origen hepático llamada IGF1 o Somatomedina C, la cual es la causante de la mayoría de los efectos de la Hormona de crecimiento. Es más confiable para el diagnóstico, ya que algunos pacientes tienen la hormona de crecimiento NORMAL, pero la IGF1 ALTA. También es más efectiva para definir si un paciente está curado o no luego de la cirugía o si el tratamiento médico está resultando eficaz.
Algunos pacientes NO se curan con la cirugía. Cuanto más grande el tumor, menor la posibilidad de sacar la totalidad del tumor. Sin embargo y aún en tumores pequeños quedan restos de tumor pegados al hueso o a la membrana de meninges que recubre el tumor o en el seno cavernoso, sitios que son imposibles de alcanzar con la cirugía. En estos casos la persistencia de los niveles elevados de hormona de crecimiento deberán ser tratados con medicación en forma prolongada y en algunos casos con radioterapia que tardará meses o años en actuar.